El fotógrafo Xabier Ansó, fue el invitado de la tercera sesión de los V Encuentros con Creadores
Coincidiendo con la segunda jornada de puertas abiertas, dio una charla en la que relató sus inicios profesionales. Xabier, que estudió en nuestro centro Bachillerato y el Ciclo de Grado Superior de Fotografía Artística, conectó con un nutrido grupo de alumnos y alumnas de bachillerato, de nuestro centro y de los institutos que se encontraban de visita en la escuela.
Relató el proceso de creación de la empresa Cherry Waves junto a un compañero de clase, al finalizar los estudios. En un tono desenfadado e informal, compartió su experiencia. Su discurso fue haciendo continuas referencias a diversos aspectos de su trabajo. Trasladó al alumnado que le escuchaba la necesidad de trabajar con determinación en un proyecto personal “Yo, desde el principio pensé en trabajar en el mundo de la fotografía”. Aunque esto implicara abordar trabajos de los que renegaba en su etapa de estudiante, como el de hacer bodas. Pese a su disposición a la hora de asumir cualquier tipo de proyectos, Cherry Waves se centra en los reportajes de boda. Sus trabajos resultan un soplo de aire fresco en un contexto en exceso edulcorado y sujeto a tópicos que parecen insalvables. Escuchar, estudiar, conocer y entender a quién se tiene delante, para buscar el contexto que mejor los defina. Mantener la atención en un proceso más bien improvisado, huir de los posados con fotografías directas y poca o nula postproducción. Estas son las claves de unos reportajes de boda que Xabier aborda como cualquier otro trabajo. Como proyectos personales y únicos, alejándose de los estereotipos para convertirlos en ejercicios de pura creatividad y actitud profesional, con una impecable factura técnica. “Hay que diferenciarse”, recomendaba Xabier y buscar tu propia forma de contar y en ocasiones imponerse al cliente, “puede que yo no sea el fotógrafo que necesitas y puede que tu no seas el cliente que yo quiero”. Esto y la inquietud para desarrollar proyectos de otra índole, variados y personales, son actualmente la base de su fotografía.
Reconoció haber aprendido más de su –todavía corta- vida profesional, que de su etapa de estudiante. No obstante, explico que fué en la escuela donde se enganchó a la fotografía y cómo la base instrumental y conceptual que adquirió en los estudios, es la que le ha permitido desenvolverse en el ámbito profesional y seguir aprendiendo en cada trabajo.
En un mundo laboral tan complejo como el actual, ser singular, ser versátil y diversificado, exige ser un trabajador adaptable, interdisciplinar y creativo. Xabier lo ha conseguido y le agradecemos la inyección de entusiasmo y ese brillo que resplandece más en momentos tan oscuros. Hasta pronto.
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