La Beca Leonardo es una buena oportunidad para, una vez finalizados los estudios, dar el salto al mundo profesional. Para tener acceso a ésta ayuda, que en Navarra la gestiona el Departamento de Educación, hay que solicitarla en la Escuela a través de Iñaki Otsoa, que es el enlace entre los alumnos y alumnas de la Escuela y el Departamento.
Este pasado año y por primera vez, una alumna del ciclo de Autoedición ha podido disfrutar de esta beca. Ha estado en Gales, Reino Unido, durante el primer trimestre del curso.
Ivonne, cuando pediste la Beca, ¿Cuáles fueron tus objetivos?
El principal fue volver al Reino Unido, donde yo había vivido antes. El Reino Unido es muy potente en la industria gráfica, por lo que pensé que si me instalaba en el país tenía muchas posibilidades de acceder a buenas oportunidadeslaborales. Vi la beca como un medio de poner los pies en éste país, y de paso recuperar mi fluidez con el idioma.
También hay un tema de fondo en todo ésto. Pienso que hay que salir fuera de casa, a cualquier parte del mundo, y ver que hay otras formas de vivir, de ver la vida. Conocer gente nueva y sobre todo romper tópicos. Los ingleses no son tan raros como pensamos, diferentes sí, pero como se suele decir, gente buena y gente mala hay en todas partes. Desde luego, la primera vez que vine a éste país cuando tenía 21 años, me cambió la vida. Vivir en el extranjero es una experiencia vital que nadie debería perderse.
¿Se cumplieron? Desde luego. Mi inglés ha mejorado de una manera increíble. Los contactos que hice cuando estuve viviendo en Gales me han traído a Manchester, donde vivo ahora. Estoy encantada porque es una ciudad fascinante. Aunque los principios siempre son duros. Ahora he empezado a trabajar de nanny (cuidando niños), pero sé que con el tiempo, puedo abrirme camino en el sector gráfico. El sistema laboral aquí es mucho más flexible que en España y en Manchester, al ser una ciudad grande, hay trabajos que jamás te hubieras imaginado, como prácticas de diseño para la BBC para el canal infantil, por ejemplo. Las posibilidades son muy amplias.
Lo mejor. La verdad es que desde el Gobierno de Navarra el viaje está perfectamente organizado. De Navarra y concretamente a Gales vinimos ocho personas. Y desde el principio el grupo funcionó como una piña. Nos hemos divertido mucho. Sin grandes esfuerzos, a través de la beca se conoce a mucha gente, se crea una red social para hacer lo que más te apetezca: deporte, salir por las noches, viajar, ¡clases del ingles también si quieres, claro!… Durante las 16 semanas que estuvimos en Gales, conocimos a catalanes, gente de Valladolid, alemanes… Durante los fines de semana no se para: viajes a Liverpool, Manchester, Cardif, Londres… donde se quiera.
Lo peor. Para ser sincera, el tiempo que pasé haciendo las prácticas no fue bien aprovechado, porque la empresa en la que me ubicaron no se dedicaban exactamente al diseño gráfico, sino que era más bien una oficina comercial, por lo que yo tenía poco de hacer. Y no sólo me ocurrió a mí, sino que la sensación general de mis compañeros de la beca era la misma, que en las horas de prácticas se aburrían.
Aspectos a mejorar. Si acaso, las partes intermediarias (la agencia del país de acogida y el Gobierno de Navarra en nuestro caso) deberían hacer un mayor esfuerzo si cabe en encontrar el mejor sitio donde realizar las prácticas, para que sea provechoso tanto para el alumno como para la empresa.
Pero claro, si durante la estancia alguien se encuentra en una situación con la que no está conforme, hay que hacerlo saber a Jaime o a María José, del Departamento de Educación, ya sea vía mail por teléfono, para solicitar el cambio si realmente es necesario. Yo no lo hice.
En conclusión. Cuando en diciembre volvimos del país de acogida, todos los alumnos de Navarra que habían viajado a diferentes países (Alemania, Portugal, Irlanda…), tuvimos una reunión. Y la sensación general fué que todo el mundo había disfrutado al máximo, y que cualquier leve inconveniente que pudimos tener, quedaba eclipsado por lo fantástico de la experiencia. A un compañero que había viajado a Portugal le ofrecieron trabajo donde había hecho las prácticas, y se volvía. Y no es el único que desea regresar el país donde ha estado.
Recomendaciones. Yo diria a cualquiera que se anime que hay que viajar con la mente abierta. Probablemente, en el país de acogida tienen diferentes costumbres respecto a los horarios, las comidas… y hay que tener en cuenta que las personas en algún momento pueden reaccionar de manera diferente a la que esperamos, por lo que en alguna ocasión se pueden dar situaciones incómodas. No olvidarse de que, además de la barrera idiomática, hay una brecha cultural.
Así que hay que tomárselo con calma. Para mí la clave es olvidarse de lo de casa e intentar acomodarse al nuevo estilo de vida. Es la mejor manera de exprimir la experiencia y de que se tranforme en una vivencia que te cambie la vida.