Como viene siendo habitual más de un centenar de alumnos y alumnas de 2º de Bachillerato de Arte quiso despedir el curso y su etapa al finalizar el Bachillerato disfrazados y con tono festivo
El acto comenzó con unas palabras de Marta Osés, nuestra Jefa de Estudios, animándoles a seguir trabajando en su formación. Con el final del Bachillerato acaban una etapa, pero formarse ha de convertirse en un proceso continuo, que es difícil de mantener si no resulta satisfactorio y enriquecedor a nivel personal. Marta terminó su intervención con la lectura del poema de Walt Whitman, “No te detengas”
A continuación tomó la palabra Julio Urtasun, profesor de historia e historia del arte. Julio se despidió del alumnado que termina la etapa y que acudirá a la universidad o se integrará en nuestros ciclos formativos de artes plásticas. Valoró la forma en que, durante estos dos años, se han integrado en el centro, la cohesión alcanzada con los compañeros y compañeras pese a ser tan dispares y la tolerancia demostrada. ”De esto vosotros podéis presumir. Algo que me ha asombrado siempre en esta escuela es que, siendo chavales tan distintos, tan variados los unos de los otros, de tantos pelajes, y sin embargo sois un ejemplo de armonía y de buena convivencia. Enhorabuena, tenéis mucho que enseñar”. Como profesor de historia, no quiso hablar de su materia, sino de valores. No obstante, dió algunos consejos en una charla plagada de referencias históricas que subrayaba con los epígrafes correspondientes a los temas impartidos, “Os acordáis, bachiller era una de las profesiones del censo de los diputados de las Cortes de Cádiz, tema 2. apartado 4.” Hizo referencias a la crisis, la actual y las pasadas A nuestra situación política y económica, tan deteriorada e incierta. Les auguró que tendrán que vigilar el cuestionado y malherido estado del bienestar que construyeron sus abuelos y en el que ellos han crecido. “Y dejar a un lado el tiki-tiki”, les decía, en alusión a su profusa utilización del teléfono móvil.
De un profesor que termina su vida laboral a un alumnado que debiera empezarla, les obsequió con un “decálogo de ciudadanía” en el que les conminaba a disfrutar de cada aspecto de su vida, siendo: atentos, consecuentes, comprometidos, tolerantes y “antes que buenos estudiantes y buenos profesionales sed buenas personas”, les dijo.
Por último, tres compañeras se erigieron en portavoces del alumnado leyendo un emotivo texto de despedida. Begoña Lorente y Jone Royo se alternaban en el discurso mientras María Sánchez interpretaba un fondo a la guitarra. Expresaron su deseo de perpetuar las amistades adquiridas pese a que a partir de ahora, emprendan caminos muy dispares.
Imágenes del acto Se repartieron las fotografías de los grupos que figuran sobre estas líneas.
El acto finalizó con un pequeño aperitivo que el alumnado compartido con los profesores y profesoras que les han impartido clase durante estos dos años. Salud y suerte a todas y a todos.